09 enero 2007

Niño Dios d'amor herido



Francisco Guerrero nació en Sevilla, en 1528, murió en la misma ciudad el 8 de noviembre de 1599. Parece ser que realizó sus estudios de música con Cristóbal Morales, "el divino Morales". A los 18 años obtuvo la plaza de Maestro de Capilla de la Catedral de Jaén. Poco después volvió a Sevilla, de donde no volverá a salir, excepto en 1588, cuando realiza una peregrinación a Jerusalén. Durante este viaje pasa por Venecia, donde imprime algunas de sus obras . Ocupará sucesivamente, en la Catedral de Sevilla, los puestos de Cantor y Maestro de Capilla: primero compartido con Pedro Fernández y más tarde en solitario. Está enterrado en la capilla de Nuestra Señora de la Antigua, en la Catedral Hispalense.
Francisco Guerrero está considerado uno de los más ilustres Polifonistas Españoles del Siglo de Oro. Muchos le colocan, en mérito y fecundidad, inmediatamente detrás de Tomás Luis de Victoria, del que fue contemporáneo. Mucho se ha escrito sobre la posible relación entre ambos, que no acaba de estar clara.
Entre la producción musical de Guerrero podemos destacar: los Motecta, Liber I (1570) y Liber II (1589), de 2 a 12 voces; varios libros Missarum (1559, 1566, 1582), de 2 a 8 voces y las Canciones y Villanescas Espirituales (Venecia, 1589), de 3 a 5 voces. De esta última obra hemos
seleccionado la Villanesca "Niño Dios d'amor herido", a 4 voces, como un ejemplo de la música de Guerrero para trabajar en clase.
Estos Villancicos (Villanescas) publicados en Venecia en 1589 (reeditado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas a través del Instituto Español de Musicología, Barcelona 1982) son fruto de su madurez, no así las canciones espirituales; vueltas “a lo divino” de canciones o madrigales anteriores. Suponen el listón más alto del Villancico renacentista: una gran variedad y riqueza de combinaciones rítmicas, juego variado de voces (todas a algunas).
Canciones y Villanescas Espirituales, contiene 61 obras a 3, 4 y 5 voces. En ellas hay 31 villancicos, la mayoría a 5 voces.
-Forma musical: Estribillo-Copla-Estribillo. Guerrero aporta, sin embargo un gran cambio en el tratamiento del número de voces de la copla con respecto al estribillo: muchas veces las reduce e incluso las convierte en solos. Usa también con frecuencia la voz solista como introductor del tema de las obras, al que responde el coro, como algunas de las obras del Cancionero de Upsala.
-Secciones: siempre separadas rotundamente por la doble barra. Abandona la costumbre practicada hasta ese momento, incluso por Vázquez, de utilizar en las coplas el tema del estribillo, o algún motivo de éste. Es decir, introduce un tema nuevo.
-Argumento: son todos de tema religioso
-Estilo: neta oposición entre estribillo y las coplas: mientras que en aquél brilla en todo su esplendor el estilo imitativo y una singular belleza contrapuntística, así como una insuperable maestría en la utilización de los silencios en una y otra voz, con el fin de aligerar la sonoridad del conjunto, las coplas están compuestas nota contra nota, a veces en largos y solemnes acordes.
-Contraste entre estribillo y copla (siendo ésta más homófona, homofónica).
-Representa la alegría y luminosidad andaluza.
-Son de una técnica depuradísima y dificilísima interpretación.

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